El conflicto entre Israel y los grupos militantes en Líbano se intensifica tras el asesinato de Fatah Sharif Abu al-Amine, líder de Hamas en el país, en un ataque aéreo israelí. Este evento se suma a la muerte reciente de Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, en otro ataque. La acumulación de tanques israelíes en la frontera con Líbano y los ataques aéreos han desplazado a más de un millón de personas, generando una crisis humanitaria de gran escala. Además, Hezbollah ha respondido con ataques esporádicos a Israel, exacerbando las tensiones regionales.
Israel afirma que estas operaciones buscan una estabilidad a largo plazo, pero los bombardeos sobre zonas civiles, incluidas partes de Beirut, han generado un fuerte rechazo en la comunidad internacional. Líderes mundiales, como el presidente Joe Biden, están interviniendo para evitar una guerra a gran escala, con esfuerzos diplomáticos que, hasta ahora, han sido insuficientes para frenar la escalada de violencia.