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Situación Actual del Terrorismo: Desafíos y Perspectivas

En 2024, el terrorismo sigue siendo una amenaza global significativa, aunque ha evolucionado notablemente en las últimas décadas. Grupos tradicionales como ISIS y Al-Qaeda han perdido parte de su control territorial, pero han surgido nuevas formas de terrorismo descentralizado y actores individuales. Además, el uso creciente de la tecnología, como redes sociales y plataformas de mensajería para la propaganda, el reclutamiento y la planificación de ataques, plantea nuevos retos para la seguridad global. Este artículo examina las principales tendencias y ejemplos recientes de esta amenaza (CSIS, 2024).

 

1. El resurgimiento del terrorismo en África

En 2024, África, y en particular el Sahel, se ha convertido en un foco creciente de actividad terrorista. Grupos como Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y ISIS en África Occidental han aprovechado la inestabilidad política y las fronteras porosas para expandir su influencia. Desde 2007, las muertes relacionadas con el terrorismo en el Sahel han aumentado un 1.000%, lo que la convierte en una de las regiones más afectadas​. 


Este resurgimiento también ha estado alimentado por la retirada de fuerzas internacionales, como las de Francia y Estados Unidos, lo que ha dejado vacíos de poder que estos grupos extremistas han aprovechado (ODNI, 2024). Además, Al-Shabaab, en el este de África, ha seguido extendiendo su influencia más allá de Somalia, ampliando su alcance y amenazas en la región (SecuritySenses, 2023).

 

2. Terrorismo post-organizacional: una amenaza creciente

Una de las formas emergentes de terrorismo que ha ganado relevancia es el terrorismo post-organizacional, caracterizado por individuos o pequeños grupos que operan sin conexión directa con organizaciones formales. Este fenómeno se ha manifestado especialmente en Occidente, donde actores radicalizados por ideologías extremistas, han perpetrado ataques violentos (ODNI, 2024).  


​Un ejemplo reciente es el atentado ocurrido en Solingen, Alemania, donde un individuo radicalizado llevó a cabo un ataque con cuchillo contra varios transeúntes en plena vía pública. El atacante, influenciado por ideologías extremistas, actuó de manera independiente, sin afiliación directa a una organización terrorista formal. 


Este incidente subraya la creciente amenaza de los llamados "lobos solitarios", que operan de forma autónoma y son particularmente difíciles de prever y prevenir debido a su falta de conexiones con redes estructuradas de terrorismo.

 

3. La evolución de ISIS y Al-Qaeda

A pesar de la pérdida de territorio, ISIS sigue siendo una amenaza global significativa. Aunque ya no controlan grandes áreas en Irak y Siria, el grupo ha adaptado su enfoque hacia una insurgencia de bajo nivel y ha extendido su influencia en África y Asia. 

Por su parte, Al-Qaeda, debilitada tras la muerte de Ayman al-Zawahiri, sigue operando a través de sus afiliados en el Sahel y la Península Arábiga​ (ODNI, 204; SecuritySenses, 2023). Ambos grupos han evolucionado hacia estructuras descentralizadas, lo que dificulta los esfuerzos internacionales para erradicar la amenaza de manera efectiva.

 

4. El uso de la tecnología en el terrorismo

La tecnología ha desempeñado un papel cada vez más importante en la forma en que los terroristas organizan y ejecutan sus actividades. Las redes sociales y plataformas como Telegram se han convertido en herramientas esenciales para la difusión de propaganda extremista y el reclutamiento de nuevos seguidores. 


Un ejemplo de este fenómeno es el intento de ataque terrorista durante los conciertos de Taylor Swift en Viena. El complot, organizado por simpatizantes de ISIS a través de Internet, planeaba atacar a decenas de miles de personas, pero fue frustrado gracias a la colaboración entre la CIA y las autoridades austríacas​ (Euronews, 2024).

 

5. Niveles de alerta y radicalización en Europa y España

El nivel de alerta terrorista en muchos países de Europa, incluida España, se mantiene elevado. En España, se encuentra en nivel 4 (alto) desde hace años, lo que implica una vigilancia constante ante la posibilidad de atentados. Este nivel se ha mantenido debido a la persistente amenaza de radicalización, tanto en línea como en comunidades locales (NAA, 2024).  


Un ejemplo reciente en España es el caso del joven de Sitges, que se radicalizó a través de Telegram y comenzó a planificar ataques con explosivos caseros. Las autoridades interceptaron su actividad y lo detuvieron antes de que pudiera llevar a cabo algún atentado. Además, utilizaba las redes para difundir sus ideas extremistas y mostrar a sus seguidores las armas que fabricaba y sus deseos de atropellar a gente y de hacer explotar una gasolinera.


Este caso expone como la radicalización de jóvenes a través de plataformas digitales sigue siendo un problema real y reflejan el creciente desafío de combatir el extremismo. España, en particular, ha intensificado sus esfuerzos para interceptar redes de captación y evitar posibles ataques, aunque el fenómeno sigue siendo una preocupación latente.

 

6. Desafíos y cooperación internacional

A pesar de los esfuerzos por coordinar respuestas a nivel global, sigue habiendo dificultades para lograr un consenso internacional sobre las mejores estrategias para combatir el terrorismo. Las tensiones geopolíticas, especialmente entre potencias como Rusia, Estados Unidos y China, complican la cooperación en materia de inteligencia y contraterrorismo​ (ODNI, 2024).


No obstante, las organizaciones como Europol y la ONU siguen desempeñando un papel fundamental en la coordinación de esfuerzos transnacionales, especialmente en el intercambio de información para prevenir ataques terroristas en Europa​ (SecuritySenses, 2023).

 

Conclusión

El terrorismo en 2024 continúa siendo una amenaza global compleja y en evolución. Las nuevas formas de terrorismo post-organizacional, caracterizadas por individuos radicalizados que operan de manera autónoma y el uso de la tecnología como herramienta para radicalizar nuevos adeptos y planificar ataques, presentan desafíos cada vez mayores para los gobiernos. Además, la descentralización de grupos como ISIS y Al-Qaeda obliga a las autoridades a adaptar continuamente sus estrategias antiterroristas. La cooperación internacional será esencial para mitigar estas amenazas emergentes, fortalecer la seguridad global y prevenir futuras radicalizaciones.


Fuentes:

 

 

Situación Actual del Terrorismo: Desafíos y Perspectivas
Ciberin Security SL 6 de septiembre de 2024
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